¿Qué son los monumentos megalíticos?

Los monumentos megalíticos son construcciones históricas desarrolladas por individuos de la prehistoria que cuentan con grandes bloques de piedra que explican su conservación. Más allá de su imponente imagen, significan y representan mucho.

La historia de los monumentos megalíticos y sus tipos

Este tipo de monumentos resultan ser un gran atractivo no solo para los turistas que visitan un determinado país, sino también para los propios habitantes de cada país, quienes no dejan de sorprenderse.

Cabe destacar que, por lo general, los monumentos megalíticos se encuentran en zonas o sectores especiales que están aislados de sitios por donde transita la gente. También pueden estar resguardados en museos cuando son patrimonio histórico.

En este contexto, hay siete tipos de monumentos megalíticos: menhir, que consta de una piedra clavada verticalmente y de lleno contra el suelo; alineamiento, que es una fila de menhires; dolmen, que son dos o más piedras que sostienen a una vertical; taulas, que es similar a la anterior pero con bloques de piedra en forma de T; crómlech, que corresponde a menhires y dólmenes en círculo; talayots, que implican muchas piedras juntas formando una vivienda que era utilizada en su época y las navetas, que consisten en sepulturas similares a una nave invertida.

que es un dolmen

Por su parte, el término megalitismo proviene del griego mega (grande) y lithos (piedra). Los grandes y míticos monumentos megalíticos se encuentran en Europa Occidental, sobre todo precisamente en el sur de España, Inglaterra e Irlanda, en Portugal y en Bretaña.

En cuanto a su historia, los primeros monumentos de esta índole tuvieron lugar en el 4800 AC en la parte atlántica de Europa, sobre todo los países mencionados anteriormente. Luego se sumaron las regiones cercanas al Mar Mediterráneo.

Fue en esta última región, habitada por diversos grupos a lo largo de la historia, donde los monumentos megalíticos permanecieron durante 2000 años y fueron evolucionando según el contexto y cultura a la que pertenecieron.

Estos grupos son los recolectores del mesolítico, los ganaderos y agricultores del neolítico y las altas sociedades de la Edad de Cobre. Se trataban de tradiciones cuya evidencia debía quedar plasmada, una cuestión más que lograda.

Al mismo tiempo, los monumentos megalíticos no son simplemente obras arquitectónicas históricas que se deben conservar para el agrado visual de la gente, sino que poseen funciones y toda una explicación detrás de las semejantes obras.

Al ser sucesos ocurridos hace tantos siglos, el estudio de distintos restos arqueológicos que alguna vez se hallaron en los monumentos y sus alrededores determinaron posibles teorías que nunca pudieron quedar 100% comprobadas.

Estas últimas son la función funeraria, ya que la gran mayoría de estos monumentos sirvieron para tumbas; la función religiosa (se utilizaron como santuarios y lugares sagrados para orar y protagonizar hechos especiales como un nacimiento); la función de aglutinante social, que corresponde a la esencia y sello de una comunidad única; la función territorial, que marca el espacio o lugar de cada uno de los grupos ya sea de trabajo, transición o donde dormían y permanecían durante la mayor cantidad de horas y la función reorganizadora, que refiere al sector cuya dedicación a tareas específicas era indispensable para la supervivencia, entre otras.

Más allá de todo lo pertinente a los monumentos megalíticos y su representación de sociedades y hábitat completamente diferentes a los actuales, un científico, investigador o historiador, encuentra en estos un gran campo para explorar y estudiar.

Así como un futbolista encuentra en una cancha su lugar ideal para plasmar su vocación y sus ganas de hacer lo que más le gusta, a los historiadores les ocurre lo propio con estos monumentos, que suelen ser un hito tanto para su continente como para el mundo.

Los guías turísticos también se fascinan con los monumentos megalíticos y son los que más clara tienen su historia debido a que la transmiten prácticamente todas las semanas a diversos grupos de turistas que visitan estos sitios tan recomendados.

De todos modos hay tres monumentos megalíticos que están proclamados como los más importantes por su historia, impronta, significado y por quienes lo construyeron y habitaron su respectiva zona, entre tantas otras.

stonehenge uk

El primero es Stonehenge en Gran Bretaña, cuya construcción se efectuó hace más de 5000 años para ser abandonado 1500 más tarde. Se desconoce por qué fue hecho y abandonado, lo que no impide vivenciar su círculo con seis enormes bloques de piedra y tantos otros elementos que lo componen.

El segundo es Carnac, ubicado en la parte francesa de Bretaña. Su construcción data del Siglo IV AC y es el monumento prehistórico más largo de todo el planeta con sus más de 40 hectáreas de superficie, cuatro kilómetros de longitud y 4000 rocas.

Se estima que Carnac era un observatorio astronómico protagonizado por un calendario formado por particulares elementos predecía los sucesos y etapas que se le avecinaban a los agrícolas, lo que lo convertía también en un lugar muy sagrado.

Por último, el tercero es Se Thomas en una isla italiana llamada Cerdeña. Por lo que se sabe, se usó alrededor del año 2000 AC por diferentes grupos y si bien la construcción es una sola y única, existen restos de la misma que están presentes en otros lados.

Pese a que muchas veces pasan desapercibidos por encontrarse aislados de los sectores urbanos, los monumentos megalíticos son la representación del valor con el que cuenta la historia de la humanidad cualquiera sea su ubicación geográfica.

¿Quieres aprender más? Aquí te dejamos unos artículos muy interesantes de Eduación.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *